EL PICUDO Y SUS EFECTOS EN LAS PALMERAS

EL PICUDO Y SUS EFECTOS EN LAS PALMERAS
El picudo rojo (Rhynchophorus ferrugineus) es una especie de coleóptero perteneciente a la familia de los curculionoideos, originario del Asia tropical. Es un gorgojo de gran tamaño, entre dos y cinco centímetros. Su color rojizo ferruginoso lo hace inconfundible.
Las larva perfora galerías de más de un metro de longitud en los troncos de las plantas que hospeda, comprometiendo la vida de estas y convirtiendo al R. ferrugineus en una plaga. Sus plantas hospedantes son fundamentalmente de la familia de las palmeras, como el Cocos nucifera (cocotero), Elaeis guineensis (palmera del aceite) y el género Phoenix, entre ellas Phoenix canariensis (palmera canaria) y Phoenix dactylifera (palmera datilera), aunque se han constatado ataques en otras especies incluyendo el palmito Chamaerops humilis.
Las plantas afectadas por la plaga sufren amarilleamiento y marchitamiento, pudiendo llegar a producirse la muerte del pie afectado. El control de esta plaga es complicado y se utilizan diferentes técnicas preventivas o curativas, como último recurso se proceda a la eliminación de los pies afectados y los que se sospecha pudieran estarlo, para evitar la propagación del insecto.
SUS EFECTOS Y SINTOMAS
Si no se realiza ningún tipo de tratamiento o control, en todos los casos los daños ocasionados por el ataque del picudo rojo conducen a la muerte de la palmera afectada dada la elevada población que la coloniza.
Estos daños son producidos fundamentalmente a las larvas que se alojan en el interior de la palmera y se alimentan de los tejidos más tiernos, mientras que los adultos son los encargados de dispersar la especie y colonizar nuevos territorios.
Sintomas:
- Coloración atabacada de hojas centrales.
- Hojas externas caídas.
- Hojas centrales con extremo retorcido.
- Flecha con ángulo sobre la vertical.
- Aspecto decaído de hojas mas tiernas del penacho central.
- Trozos de hojas roídos en copa o hijuelos en forma de V.
- Presencia de capullos, adultos o larvas del insecto.
- Galerías o perforaciones en axilas y cortes de poda.
- Aspecto aplomado general de la corona de hojas.
- Exudaciones gomosas en tronco. (sólo en Phoenix dactylifera).